Con la Exposici\u00f3n Internacional de 1929 y los Juegos Ol\u00edmpicos de 1992, la monta\u00f1a de Montju\u00efc ha sido escenario de dos grandes eventos que se convirtieron en motores de la modernizaci\u00f3n de Barcelona y que supusieron unos de los momentos \u00e1lgidos de transformaci\u00f3n urbana y renovaci\u00f3n arquitect\u00f3nica.<\/p>\n
Desde Pla\u00e7a Espanya recorreremos la parte baja de la monta\u00f1a, donde, desde principios de 1900 hasta la actualidad, la arquitectura vanguardista contrasta y dialoga con las corrientes historicistas.<\/p>\n
Con el pabell\u00f3n Mies van der Rohe alberga uno de los edificios m\u00e1s importantes de la historia de la arquitectura, que lo convierte en visita obligatoria.<\/p>\n<\/div>
Hasta finales del siglo XX la colina se utilizaba predominantemente con fines agr\u00edcolas y como cantera, adem\u00e1s de albergar el Cementiri de Monju\u00efc, una imponente necr\u00f3polis que perdura hasta nuestros d\u00edas.<\/p>\n
En la actualidad, sus extensos parques y numerosos equipamientos deportivos y culturales hacen de Montju\u00efc una de las \u00e1reas recreativas m\u00e1s importantes de la ciudad en el denso y compacto tejido urbano.<\/p>\n<\/div>