APROP: pisos-contenedor contra la emergencia habitacional en Barcelona

La ciudad de Barcelona construye bloques de viviendas a partir de contenedores marítimos reciclados destinados al alojamiento temporal

Montaje del APROP Glòries, © Ajuntament de Barcelona, bajo licencia CC BY-NC-ND 2.0

El programa Allotjaments de Proximitat Provisionals (APROP)

Una de las diversas formas de ayudar a las personas con dificultad de acceso a una vivienda en Barcelona es a través del programa municipal APROP (Alojamientos de Proximidad Provisionales), una iniciativa del Área de Derechos Sociales, Justicia Global, Feminismos y LGTBI del Ayuntamiento. A partir de contenedores marítimos reciclados, mediante construcción modular y procedimientos de aprobación simplificados, se crean, en plazos muy reducidos, viviendas sociales de proximidad para colectivos afectados por la gentrificación, el desahucio o la pobreza.

El objetivo consiste en ofrecer espacios habitables de uso temporal en solares hasta entonces inutilizados, con la esperanza de que la situación social y económica de los residentes se consolide con la ayuda de los servicios sociales municipales en un período transitorio de seis meses a dos años, sin que tengan que abandonar su propio barrio.

Upcycling: nueva vida para viejos contenedores

No olvidemos que Barcelona es una ciudad portuaria. En el Port de Barcelona, que ocupa una quinta parte de la superficie de la ciudad, ya se divisan enormes acumulaciones temporales de contenedores marítimos. Aunque éstos se utilizan para el transporte de mercancías. La experiencia urbanística y constructiva de poder realizar intervenciones edificatorias de forma ágil para un uso determinado y temporal, sin necesidad de convertirse en representativas, se aplica ahora para paliar un problema humanitario actual.

El puerto de contenedores de Barcelona, © Olga Subach/Unsplash

Construcción modular con contenedores marítimos: ventajas e inconvenientes

En función del orden de colocación y de las cargas, se pueden apilar hasta diez contenedores marítimos autoportantes. Su uso para fines residenciales conlleva una escasa carga útil, lo que permite una configuración rápida y flexible, de extensiones casi infinitas en altura y anchura. El factor decisivo es el módulo individual, de 20 o 40 pies -es decir, unos 6 o 12 metros- de largo, y una anchura estándar de 2,4 metros y una altura de 2,6 metros.

Los contenedores de ultramar no vienen aislados por defecto. Pero esto, por descontado, no tiene importancia cuando se utilizan para transportar mercancías. En cambio, cuando se convierten en módulos habitacionales, hay que resolver el aislamiento contra el frío y el calor del verano. Del mismo modo que el cierre hermético y la ausencia de ventanas en los contenedores de acero corten, aunque útil en sus largos viajes a través de océanos tormentosos, resulta poco práctico para la construcción de viviendas.

La reutilización de contenedores marítimos como vivienda se enfrenta a otro problema, sobre todo si están destinados a formar complejos residenciales grandes: el reglamento de seguridad contra incendios. La normativa puede satisfacerse mediante el uso de barnices protectores y medidas arquitectónicas, como la separación espacial y constructiva de las pasarelas de acceso, de construcción tradicional, del resto. Sin embargo, ambas estrategias no sólo juegan en contra de la estética marítima, sino que cuestionan la movilidad y la sostenibilidad ambiental deseadas.

Contenedores marítimos reciclados: pieza ideal para una arquitectura sostenible y ahorradora de recursos

Además del aislamiento térmico, las aperturas y los accesos y espacios comunitarios exteriores, los contenedores de ultramar deben proveerse con una cimentación de hormigón armado para su nuevo uso. Aun así, el resultado es muy satisfactorio en términos de sostenibilidad, ya que la huella ecológica de un edificio de pisos-contenedor es bastante inferior a la de un edificio residencial tradicional. Así se les da una segunda vida a los contenedores, a menudo ya no utilizables debido a las duras tensiones mecánicas que se producen en el transporte marítimo. No requieren el uso masivo de hormigón armado, son perfectamente desmontables, transportables y adaptables a otro solar, lo que reduce la cantidad de energía necesaria y los residuos generados durante la demolición.

Walden 7, © Castellbo, bajo licencia CC BY-SA 4.0

Referencias urbanísticas y arquitectónicas en Barcelona: La Barceloneta, Walden 7

El bloque de viviendas Walden 7 de Sant Just Desvern, construido por Ricardo Bofill en los años setenta, es quizá la primera obra arquitectónica en el área metropolitana de Barcelona donde se aplicó un concepto modular. Aunque en este caso no se recicló ningún elemento existente –el edificio se construyó de manera tradicional a base de hormigón y ladrillo– sí se exploró por primera vez la adición y el apilamiento de unidades espaciales y núcleos de circulación como estrategia de diseño conceptual.

Aún más antiguo es el antiguo barrio pesquero de Barcelona, la Barceloneta, construido a mediados del siglo XVIII frente al antiguo puerto. El llamado quart de casa (30m2), de tamaño comparable al de un contenedor de 40 pies, es hoy la tipología de vivienda predominante en esta parte de la ciudad. Los pisos se unieron longitudinalmente y formaron bloques de siete plantas de altura, levantados sin cimientos sobre un suelo arenoso y, por supuesto, en modalidad de construcción tradicional con ladrillo. .

APROP Ciutat Vella, © Ajuntament de Barcelona, bajo licencia CC BY-NC-ND 2.0

APROP Ciutat Vella: Pisos contenedor en el casco antiguo de Barcelona

El primer edificio residencial finalizado en el marco del programa APROP, diseñado conjuntamente por los estudios de arquitectura Straddle3, Eulia Arkitektura y Yaiza Terré Estudi d’Arquitectura, está situado en medio del denso casco antiguo, no lejos del viejo puerto de Barcelona. En un solar esquinero anteriormente vacío, sobre un pórtico de acero se yerguen cuatro plantas, cada una formada por cuatro contenedores de 40 pies dispuestos uno al lado del otro. Con ello, el edificio dispone de un total de doce pisos, ocho de 30m2 de un dormitorio y cuatro de 60m2 de dos dormitorios. En la planta baja se ubican un centro médico (CAP) y la zona de entrada.

Estructuralmente, se aprovecha el potencial inherente de los contenedores como sistema autoportante y estable. Los contenedores se conectan entre sí mediante el mecanismo de cierre Twistlock, que también suele utilizarse en su colocación y sujeción a bordo de los buques de carga. Todos los módulos se transformaron y adaptaron en el taller a lo largo de tres meses, de modo que el 85 % del acondicionamiento interior, incluidos los aislamientos, las instalaciones, los revestimientos y la carpintería, estaba terminado al iniciarse las obras in situ. Fachada y cubierta, añadidas posteriormente y ejecutadas con sistema de construcción en seco, forman la envolvente del edificio y le confieren al conjunto un aspecto no industrial de gran calidad.

APROP Glòries, © Ajuntament de Barcelona, bajo licencia CC BY-NC-ND 2.0

APROP Plaça de les Glòries: Pisos contenedor frente al distrito de la innovación 22@ Barcelona

Una segunda casa-contenedor, construida por la constructora Calaf SL y lista para ser ocupada, se encuentra en las inmediaciones del Museo del Diseño de Barcelona y la emblemática Torre Glòries de Jean Nouvel. Junto al distrito tecnológico 22@, este punto neurálgico de la ciudad vive desde hace tiempo una intensa transformación urbanística y económica.

Terminado in situ tras apenas 26 semanas de construcción y también elevado sobre un pórtico en planta baja, el edificio consta de siete plantas, cada una de diez contenedores de 40 pies dispuestos uno al lado del otro. Los módulos se sueldan en las esquinas, creando un volumen estático compacto. El bloque está interrumpido por un núcleo de acceso de construcción tradicional. En el sureste, se coloca una zona dotada de pasarelas de acceso y de balcones. El edificio cuenta con un total de 42 pisos, 35 de los cuales tienen dos dormitorios y los siete restantes, uno. Con capacidad para unas 110 personas, el 50% de los pisos se destinará a personas en situación de emergencia habitacional y el otro 50% a jóvenes de menos de 35 años

APROP La Bordeta: Futuros pisos contenedor para el barrio barcelonés de Sants-Montjuïc

El futuro edificio del barrio de La Bordeta se adjudicó mediante un concurso del que resultaron ganadores los arquitectos Judith Crespo (fNUEVE studio), Oihana García (OJO estudio) y César Vivas (Vivas Arquitectos). El proyecto prevé apilar contenedores marítimos hasta llegar a una altura de diez plantas, dotándoles de amplias logias. Así, según escriben los propios autores, el diseño se aleja estéticamente del concepto de contenedor cerrado y crea la impresión de un edificio ligero. Las galerías sirven a la vez de acceso, terrazas y espacios comunes.

Futura casa contenedor, © Ajuntament de Barcelona, bajo licencia CC BY-NC-ND 2.0

Arquitectura de contenedores en Barcelona: un modelo innovador frente la escasez de espacio y la gentrificación

El programa APROP del Ayuntamiento de Barcelona es relativamente joven aun, por lo que es demasiado pronto para poder sacar conclusiones válidas. Lo que parece una gran ventaja en comparación con la vivienda social convencional es la rapidez en la construcción de los edificios hechos con contenedores. El periodo desde la idea inicial hasta la entrega de las llaves se reduce drásticamente de los cinco a siete años habituales a aproximadamente un año.

Sin embargo, aún no se ha calculado hasta qué punto este método de construcción es realmente sostenible desde el punto de vista ecológico. Los amplios requisitos de protección contra incendios, las especificaciones de aislamiento y los sistemas de acceso más complejos en los proyectos de mayor envergadura probablemente resultarán en una peor huella medioambiental que la inicialmente prevista.

Pese a la posibilidad de desmontar rápidamente los edificios y volver a montarlos en otro lugar, da la impresión que se estén creando soluciones permanentes con cierta apariencia improvisada. No obstante, en los proyectos realizados hasta ahora, la estética de contenedor queda en gran medida relegada a un segundo plano, ya que tampoco es el objetivo principal de su diseño. La prioridad consiste en poder dar una solución urgente a colectivos vulnerables con dificultades para acceder a una vivienda, como espacio de uso temporal ante la creciente escasez de vivienda asequible en las grandes ciudades. Los edificios APROP son un concepto interesante que busca abordar un problema social actual con un enfoque constructivo completamente nuevo.

Texto: Hans Geilinger

Published On: diciembre 16, 2022Categories: blog
Barcelona Innova Week: Visitas guiadas gratuitas a proyectos innovadores y sostenibles de arquitectura en áreas de regeneración urbana
Las Supermanzanas y los ejes verdes de Barcelona, un modelo de ciudad más sostenible

APROP: pisos-contenedor contra la emergencia habitacional en Barcelona

La ciudad de Barcelona construye bloques de viviendas a partir de contenedores marítimos reciclados destinados al alojamiento temporal

Montaje del APROP Glòries, © Ajuntament de Barcelona, bajo licencia CC BY-NC-ND 2.0

El programa Allotjaments de Proximitat Provisionals (APROP)

Una de las diversas formas de ayudar a las personas con dificultad de acceso a una vivienda en Barcelona es a través del programa municipal APROP (Alojamientos de Proximidad Provisionales), una iniciativa del Área de Derechos Sociales, Justicia Global, Feminismos y LGTBI del Ayuntamiento. A partir de contenedores marítimos reciclados, mediante construcción modular y procedimientos de aprobación simplificados, se crean, en plazos muy reducidos, viviendas sociales de proximidad para colectivos afectados por la gentrificación, el desahucio o la pobreza.

El objetivo consiste en ofrecer espacios habitables de uso temporal en solares hasta entonces inutilizados, con la esperanza de que la situación social y económica de los residentes se consolide con la ayuda de los servicios sociales municipales en un período transitorio de seis meses a dos años, sin que tengan que abandonar su propio barrio.

Upcycling: nueva vida para viejos contenedores

No olvidemos que Barcelona es una ciudad portuaria. En el Port de Barcelona, que ocupa una quinta parte de la superficie de la ciudad, ya se divisan enormes acumulaciones temporales de contenedores marítimos. Aunque éstos se utilizan para el transporte de mercancías. La experiencia urbanística y constructiva de poder realizar intervenciones edificatorias de forma ágil para un uso determinado y temporal, sin necesidad de convertirse en representativas, se aplica ahora para paliar un problema humanitario actual.

El puerto de contenedores de Barcelona, © Olga Subach/Unsplash

Construcción modular con contenedores marítimos: ventajas e inconvenientes

En función del orden de colocación y de las cargas, se pueden apilar hasta diez contenedores marítimos autoportantes. Su uso para fines residenciales conlleva una escasa carga útil, lo que permite una configuración rápida y flexible, de extensiones casi infinitas en altura y anchura. El factor decisivo es el módulo individual, de 20 o 40 pies -es decir, unos 6 o 12 metros- de largo, y una anchura estándar de 2,4 metros y una altura de 2,6 metros.

Los contenedores de ultramar no vienen aislados por defecto. Pero esto, por descontado, no tiene importancia cuando se utilizan para transportar mercancías. En cambio, cuando se convierten en módulos habitacionales, hay que resolver el aislamiento contra el frío y el calor del verano. Del mismo modo que el cierre hermético y la ausencia de ventanas en los contenedores de acero corten, aunque útil en sus largos viajes a través de océanos tormentosos, resulta poco práctico para la construcción de viviendas.

La reutilización de contenedores marítimos como vivienda se enfrenta a otro problema, sobre todo si están destinados a formar complejos residenciales grandes: el reglamento de seguridad contra incendios. La normativa puede satisfacerse mediante el uso de barnices protectores y medidas arquitectónicas, como la separación espacial y constructiva de las pasarelas de acceso, de construcción tradicional, del resto. Sin embargo, ambas estrategias no sólo juegan en contra de la estética marítima, sino que cuestionan la movilidad y la sostenibilidad ambiental deseadas.

Contenedores marítimos reciclados: pieza ideal para una arquitectura sostenible y ahorradora de recursos

Además del aislamiento térmico, las aperturas y los accesos y espacios comunitarios exteriores, los contenedores de ultramar deben proveerse con una cimentación de hormigón armado para su nuevo uso. Aun así, el resultado es muy satisfactorio en términos de sostenibilidad, ya que la huella ecológica de un edificio de pisos-contenedor es bastante inferior a la de un edificio residencial tradicional. Así se les da una segunda vida a los contenedores, a menudo ya no utilizables debido a las duras tensiones mecánicas que se producen en el transporte marítimo. No requieren el uso masivo de hormigón armado, son perfectamente desmontables, transportables y adaptables a otro solar, lo que reduce la cantidad de energía necesaria y los residuos generados durante la demolición.

Walden 7, © Castellbo, bajo licencia CC BY-SA 4.0

Referencias urbanísticas y arquitectónicas en Barcelona: La Barceloneta, Walden 7

El bloque de viviendas Walden 7 de Sant Just Desvern, construido por Ricardo Bofill en los años setenta, es quizá la primera obra arquitectónica en el área metropolitana de Barcelona donde se aplicó un concepto modular. Aunque en este caso no se recicló ningún elemento existente –el edificio se construyó de manera tradicional a base de hormigón y ladrillo– sí se exploró por primera vez la adición y el apilamiento de unidades espaciales y núcleos de circulación como estrategia de diseño conceptual.

Aún más antiguo es el antiguo barrio pesquero de Barcelona, la Barceloneta, construido a mediados del siglo XVIII frente al antiguo puerto. El llamado quart de casa (30m2), de tamaño comparable al de un contenedor de 40 pies, es hoy la tipología de vivienda predominante en esta parte de la ciudad. Los pisos se unieron longitudinalmente y formaron bloques de siete plantas de altura, levantados sin cimientos sobre un suelo arenoso y, por supuesto, en modalidad de construcción tradicional con ladrillo. .

APROP Ciutat Vella, © Ajuntament de Barcelona, bajo licencia CC BY-NC-ND 2.0

APROP Ciutat Vella: Pisos contenedor en el casco antiguo de Barcelona

El primer edificio residencial finalizado en el marco del programa APROP, diseñado conjuntamente por los estudios de arquitectura Straddle3, Eulia Arkitektura y Yaiza Terré Estudi d’Arquitectura, está situado en medio del denso casco antiguo, no lejos del viejo puerto de Barcelona. En un solar esquinero anteriormente vacío, sobre un pórtico de acero se yerguen cuatro plantas, cada una formada por cuatro contenedores de 40 pies dispuestos uno al lado del otro. Con ello, el edificio dispone de un total de doce pisos, ocho de 30m2 de un dormitorio y cuatro de 60m2 de dos dormitorios. En la planta baja se ubican un centro médico (CAP) y la zona de entrada.

Estructuralmente, se aprovecha el potencial inherente de los contenedores como sistema autoportante y estable. Los contenedores se conectan entre sí mediante el mecanismo de cierre Twistlock, que también suele utilizarse en su colocación y sujeción a bordo de los buques de carga. Todos los módulos se transformaron y adaptaron en el taller a lo largo de tres meses, de modo que el 85 % del acondicionamiento interior, incluidos los aislamientos, las instalaciones, los revestimientos y la carpintería, estaba terminado al iniciarse las obras in situ. Fachada y cubierta, añadidas posteriormente y ejecutadas con sistema de construcción en seco, forman la envolvente del edificio y le confieren al conjunto un aspecto no industrial de gran calidad.

APROP Glòries, © Ajuntament de Barcelona, bajo licencia CC BY-NC-ND 2.0

APROP Plaça de les Glòries: Pisos contenedor frente al distrito de la innovación 22@ Barcelona

Una segunda casa-contenedor, construida por la constructora Calaf SL y lista para ser ocupada, se encuentra en las inmediaciones del Museo del Diseño de Barcelona y la emblemática Torre Glòries de Jean Nouvel. Junto al distrito tecnológico 22@, este punto neurálgico de la ciudad vive desde hace tiempo una intensa transformación urbanística y económica.

Terminado in situ tras apenas 26 semanas de construcción y también elevado sobre un pórtico en planta baja, el edificio consta de siete plantas, cada una de diez contenedores de 40 pies dispuestos uno al lado del otro. Los módulos se sueldan en las esquinas, creando un volumen estático compacto. El bloque está interrumpido por un núcleo de acceso de construcción tradicional. En el sureste, se coloca una zona dotada de pasarelas de acceso y de balcones. El edificio cuenta con un total de 42 pisos, 35 de los cuales tienen dos dormitorios y los siete restantes, uno. Con capacidad para unas 110 personas, el 50% de los pisos se destinará a personas en situación de emergencia habitacional y el otro 50% a jóvenes de menos de 35 años

APROP La Bordeta: Futuros pisos contenedor para el barrio barcelonés de Sants-Montjuïc

El futuro edificio del barrio de La Bordeta se adjudicó mediante un concurso del que resultaron ganadores los arquitectos Judith Crespo (fNUEVE studio), Oihana García (OJO estudio) y César Vivas (Vivas Arquitectos). El proyecto prevé apilar contenedores marítimos hasta llegar a una altura de diez plantas, dotándoles de amplias logias. Así, según escriben los propios autores, el diseño se aleja estéticamente del concepto de contenedor cerrado y crea la impresión de un edificio ligero. Las galerías sirven a la vez de acceso, terrazas y espacios comunes.

Futura casa contenedor, © Ajuntament de Barcelona, bajo licencia CC BY-NC-ND 2.0

Arquitectura de contenedores en Barcelona: un modelo innovador frente la escasez de espacio y la gentrificación

El programa APROP del Ayuntamiento de Barcelona es relativamente joven aun, por lo que es demasiado pronto para poder sacar conclusiones válidas. Lo que parece una gran ventaja en comparación con la vivienda social convencional es la rapidez en la construcción de los edificios hechos con contenedores. El periodo desde la idea inicial hasta la entrega de las llaves se reduce drásticamente de los cinco a siete años habituales a aproximadamente un año.

Sin embargo, aún no se ha calculado hasta qué punto este método de construcción es realmente sostenible desde el punto de vista ecológico. Los amplios requisitos de protección contra incendios, las especificaciones de aislamiento y los sistemas de acceso más complejos en los proyectos de mayor envergadura probablemente resultarán en una peor huella medioambiental que la inicialmente prevista.

Pese a la posibilidad de desmontar rápidamente los edificios y volver a montarlos en otro lugar, da la impresión que se estén creando soluciones permanentes con cierta apariencia improvisada. No obstante, en los proyectos realizados hasta ahora, la estética de contenedor queda en gran medida relegada a un segundo plano, ya que tampoco es el objetivo principal de su diseño. La prioridad consiste en poder dar una solución urgente a colectivos vulnerables con dificultades para acceder a una vivienda, como espacio de uso temporal ante la creciente escasez de vivienda asequible en las grandes ciudades. Los edificios APROP son un concepto interesante que busca abordar un problema social actual con un enfoque constructivo completamente nuevo.

Texto: Hans Geilinger

Published On: diciembre 16, 2022Categories: blog
Barcelona Innova Week: Visitas guiadas gratuitas a proyectos innovadores y sostenibles de arquitectura en áreas de regeneración urbana
Las Supermanzanas y los ejes verdes de Barcelona, un modelo de ciudad más sostenible