Montjuïc: un epicentro arquitectónico de Barcelona en transformación

El histórico promontorio de Barcelona se reinventa con la modernización de la Fira, rumbo al centenario de la Exposición Internacional de 1929

Vista aérea de Plaça Espanya y Montjuïc, © Yelena Odintsova

La evolución de Montjuïc: de recurso estratégico a espacio cultural

La omnipresente colina de Montjuïc, contigua al centro de Barcelona, siempre ha jugado un papel importante en la historia y el desarrollo de la ciudad. Primero como cantera y punto de vigilancia, luego como plaza militar estratégica, con la construcción del castillo en el siglo XVII y eventualmente como sede del cementerio desde el siglo XIX.

Sin embargo, a partir de 1929, Montjuïc se convirtió en un emporio de actividad comercial y cultural, impulsado en primera instancia por la celebración de la Exposición Internacional de 1929 en Barcelona. Una sucesión de construcciones e intervenciones paisajísticas, entre las que destacan las implementadas para los Juegos Olímpicos de 1992, fueron añadiendo o consolidando actividades, como las deportivas o feriales. Montjuïc, el parque urbano más grande de la ciudad, se convirtió así en un referente para el ocio ciudadano y un foco de interés para los amantes de la arquitectura.

La metamorfosis del Montjuïc: la Exposición Internacional de 1929

Con motivo de la Exposición Internacional de 1929, la montaña de Montjuïc experimentó una profunda transformación paisajística y arquitectónica que la convirtió en uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad. A partir de un proyecto de Josep Puig i Cadafalch, se urbanizaron parcialmente las laderas de Montjuïc, se trazó la Avenida de la Reina María Cristina y se construyeron edificios destinados a diferentes actividades vinculadas con la exposición.

Museu Nacional d’Art de Catalunya, © Kristijan Arsov

Entre ellos destacó el Palau Nacional proyectado por Eugenio Cendoya y Enric Catà, obra monumental de estilo ecléctico concebida como sede principal del evento y que actualmente alberga el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC).

Contra todo pronóstico, el edificio más importante e influyente de la Exposición resultó ser uno que poco tenía que ver con los principios y la estética académica predominantes en el conjunto. El inusual Pabellón Alemán, pequeño y sin función aparente, que encarnaba sin embargo los ideales de la nueva arquitectura racionalista, fomentados por la República de Weimar y La Bauhaus. Diseñado por Mies van der Rohe y Lilly Reich, el pabellón plasmó conceptos como la planta libre, la transparencia o la composición asimétrica, posibilitados por el uso de sistemas constructivos revolucionarios.

El contraste entre esta obra emblemática del movimiento moderno y las demás construcciones del sector ancladas en la tradición simboliza la coexistencia de dos líneas de desarrollo arquitectónico divergentes y opuestas en la Europa de entreguerras.

Vista interior del Pabellón Alemán, © GA Barcelona

La consolidación de Montjuïc como emporio cultural

En 1934 se inauguró el Museu d’Art de Catalunya (hoy MNAC), el primer museo importante en situarse en Montjuïc, ocupando el edificio del Palau Nacional. Sin embargo, durante las décadas posteriores la montaña fue cambiando lentamente, con mejoras urbanas y paisajísticas puntuales, pero sin grandes transformaciones.

No sería hasta la década de 1970 en que Montjuïc vivió un nuevo impulso cultural con la inauguración de dos museos adicionales. El Museo Etnológico de Barcelona, obra de Bonaventura Bassegoda, Jesús López, Antoni Lozoya y Joan Puigdengolas, abrió sus puertas en 1973 en un interesante edificio de ladrillo y hormigón proyectado a partir de módulos hexagonales.

Poco después, en 1975, se inauguró la Fundación Joan Miró, que marcaría el retorno simbólico del arquitecto Josep Lluís Sert a Barcelona. El edificio encargado por el propio artista se posicionó de inmediato como obra maestra de una modernidad tardía que sintonizaba con los principios del Grup R y del Regionalismo Crítico. Además, su programa inusual, que rebasaba los alcances de un museo tradicional, contribuyó a dinamizar un sector cuya integración al conjunto de la ciudad seguía siendo parcial.

Explanada de la Anella Olímpica con la icónica Torre Calatrava, © Jordi Gamundi Domenech

La transformación olímpica de Montjuïc

Cuando Barcelona obtuvo el encargo para organizar los Juegos Olímpicos de 1992, se decidió que el centro neurálgico del evento se emplazaría en Montjuïc, aprovechando el estadio construido por Pere Domènech i Roura en 1929 con el fin de respaldar una candidatura a sede olímpica que no se concretó. La intervención urbanística del sector se encargó al estudio Correa i Milà y recibió el nombre de Anillo Olímpico.

Además de la reforma del Estadio Olímpico, respetando al máximo su diseño original, incluía la proyección de nuevos edificios destinados a convertirse en hitos de la ciudad. Entre ellos destacan la torre de comunicaciones de Santiago Calatrava, pero sobre todo el Palau Sant Jordi de Arata Isozaki, un recinto polideportivo techado que acabaría albergando una diversidad de eventos y conciertos en las décadas posteriores y que ya comentamos en nuestro blog previo “El Premio Pritzker: una mirada a los ganadores y su legado en Barcelona I”.

Los edificios del Anillo Olímpico se interconectaron mediante un acertado conjunto de plazas, calles y jardines. Paralelamente se llevó a cabo otra transformación, con menos repercusión urbanística pero igualmente notable. La reforma del Museo Nacional de Arte Catalán, encargada a la italiana Gae Aulenti e inaugurada en tres fases, entre 1995 y 2004.

Para mediados de los 90, Montjuïc se había convertido en un complejo deportivo y cultural, además de un lugar predilecto para los amantes de la buena arquitectura.

Caminos en zigzag en el Jardín Botánico de Barcelona, © Rodrigo Chaparreiro

El Jardín Botánico en Montjuïc: de parque natural a arquitectura paisajista

Con el rol cultural y recreativo de Montjuïc bastante consolidado, la montaña no ha vivido cambios dramáticos desde finales del siglo XX. Mejoras paisajísticas, ampliaciones o reformas de edificios existentes y poco más, con una excepción que merece un comentario aparte: el Jardín Botánico de Carlos Ferrater, Josep Lluís Canosa y Bet Figueras.

Desde 1941, Montjuïc había albergado un Jardín Botánico, aunque bastante más modesto que el actual. El nuevo proyecto que ocupa una superficie de 15 hectáreas, se inauguró en 1999 con una temática centrada en la flora del Mediterráneo y de regiones con climas similares. Formalmente se organizó superponiendo una trama de triángulos ligeramente irregulares a un terreno con fuertes pendientes. La trama delimita sectores con ecosistemas diferenciados y estructura los recorridos por el parque alternando caminos zigzagueantes y plazuelas.

En 2002 el equipo de Ferrater añadió un edificio dentro del recinto destinado al Institut Botànic de Barcelona y en 2008 completó una ampliación el parque. El resultado es una de las mejoras obras paisajísticas de la ciudad, en la que se implantan pabellones basados en los mismos materiales y geometría del conjunto.

Sus virtudes lo hicieron merecedor diversos galardones, como el Premio Ciutat de Barcelona (1999), el Premio FAD de Espacios Exteriores (2000) o ser finalista para el Premio Mies van der Rohe (2002).

L’Avantsala de la Fira de Bjarke Ingels Group y MIAS Arquitectura – visualización del futuro edificio, cortesía de los arquitectos

La Fira de Barcelona y la nueva puesta al día de Montjuïc

Durante toda esta evolución la Fira de Barcelona ha estado estrechamente vinculada a Montjuïc. Establecida formalmente en 1932, se ha encargado de organizar numerosos eventos y ferias a lo largo de las décadas, aprovechando en un inicio los pabellones construidos para la Exposición de 1929 y encargándose de reformarlos progresivamente. Seguramente los cambios más importantes fueron los realizados, con ocasión de los Juegos Olímpicos, en los que algunos recintos de la feria albergaron zonas de prensa o incluso competiciones.

Ahora, con miras al centenario de la Exposición Internacional que en buena medida dio origen a la institución, la Fira de Barcelona ha planteado la intervención más importante realizada hasta ahora en sus recintos de Montjuïc, impulsando tres grandes proyectos adjudicados a diferentes equipos de arquitectos mediante concursos.

2029 Artefacto de Smiljan Radic, Miguel Mariné Núñez, Beatriz Borque y César Rueda Bonet – visualización del futuro edificio, cortesía de los arquitectos

El Palau Multifuncional de Radic, Mariné, Borque y Rueda: 2029 Artefacto

Diseñado por un equipo formado por Smiljan Radic, Miquel Mariné, Beatriz Borque y César Rueda bajo la etiqueta “2029 Artefacto”, el nuevo Palau Multifuncional se ubicará en el emplazamiento del actual Palau de Congressos, apostando por la transparencia y la interconexión con el entorno. La fachada hacia la Av. de la Reina María Cristina presentará cierta monumentalidad, por su escala y por la gran escalinata que ocupará todo el frente del edificio. Sobre la escalinata se emplazará una estructura a modo de cercha que quedará visible y soportará el volumen, separándolo visualmente de la plataforma y otorgándole ligereza.

Uno de los elementos más distintivos del nuevo edificio será un llamativo puente ajardinado delante de la fachada principal, que hará funciones de porche y simbolizará la apuesta de los arquitectos por la naturalización y la sostenibilidad. Los 20.500 m² del proyecto albergarán, como su nombre lo indica, una gran diversidad de actividades gracias a un planteamiento de alta flexibilidad funcional.

Umbracle de Forgas Arquitectes, Archambac (Arquitectura Sideral) y Álvaro Alejandro Fernández – visualización interior del futuro edificio, cortesía de los arquitectos

El Nou Palau de Congressos de Forgas Arquitectes, Archambac y Fernández: Umbracle

El Nuevo Palacio de Congresos de Barcelona se ubicará en el actual Palau Alfons XIII, uno de los pabellones diseñados por Josep Puig i Cadafalch para la Exposición de 1929. El proyecto de Forgas Arquitectes, Archambac (Arquitectura Sideral) y Álvaro Fernández contempla revertir el hermetismo del volumen existente mediante un proceso de extrusión, resultando en nuevas aperturas hacia el exterior, como un prisma diáfano de un nivel que funcionará como nuevo ingreso principal.

Una estructura metálica renovada y más ligera contribuirá a la integración y flexibilidad de los espacios interiores, que incluirán un auditorio para más de 2000 asistentes y salones multifuncionales, organizados alrededor de un gran jardín interior que inspira el sobrenombre de umbráculo. Está previsto que el Nou Palau sea energéticamente autosuficiente, gracias a una combinación de sistemas fotovoltaicos, aerotérmicos y geotérmicos.

Umbracle de Forgas Arquitectes, Archambac (Arquitectura Sideral) y Álvaro Alejandro Fernández – visualización del futuro edificio, cortesía de los arquitectos

El Fira Barcelona Innovation Hub de Bjarke Ingels Group y MIAS Arquitectura: L’Avantsala de la Fira

La propuesta para transformar el Palau del Vestit, obra de Josep Maria Jujol y Andrés Calzada implicará una metamorfosis tan radical como las previstas para los demás edificios y estará a cargo de Bjarke Ingels Group y MIAS Arquitectura.

Partiendo de la premisa de una “antesala” al recinto ferial, se ha previsto renombrar el pabellón como Fira Barcelona Innovation Hub debido a las características del proyecto. El principal elemento histórico que se mantendrá es la columnata clásica que sigue la curvatura de la Plaça d’Espanya y pasará de ser una fachada a un peristilo. Por detrás se situará un volumen en forma de “Z” que se quiebra dos veces a 90 grados dejando un área verde triangular entre la columnata y la nueva estructura y otra adicional en la parte posterior del pabellón.

También coincide con las otras reformas previstas en sus premisas esenciales: flexibilidad, transparencia y sostenibilidad, con un énfasis especial en este caso en la innovación tecnológica y funcional. Estos componentes se manifiestan en la nueva fachada hacia la Gran Via en la que destacan los componentes metálicos, el cristal y la vegetación.

A pesar de su lenguaje claramente contemporáneo, el plano en zigzag de la fachada parece inspirarse en la arquitectura fabril clásica, y su volumetría rítmica entabla un acertado diálogo con la columnata de Jujol. El zigzag se repite en las cubiertas con tragaluces que garantizan la máxima iluminación natural de los espacios interiores.

L’Avantsala de la Fira de Bjarke Ingels Group y MIAS Arquitectura – visualización del futuro edificio, cortesía de los arquitectos

Montjuïc, 100 años como escenario de la creatividad arquitectónica

La colina de Montjuïc ha formado parte esencial de la historia de la ciudad y en los últimos cien años ha vivido numerosos cambios hasta convertirse en un foco cultural urbano. La Fira de Barcelona siempre ha estado vinculada a este legado y los nuevos proyectos pretenden reforzar aún más su papel, poniendo sus instalaciones al día con los requerimientos actuales de funcionalidad y sostenibilidad.

Al mismo tiempo, el Museu Nacional d’Art de Catalunya ha previsto un ambicioso proyecto de renovación que estará a cargo de Harquitectes y Christ & Gantenbein, el mismo equipo responsable de la ampliación del Museu d’Art Contemporani de Barcelona en el Raval. El proyecto del MNAC se orientará a mejorar los espacios expositivos y la accesibilidad, a la vez que refuerza la integración con el entorno y en especial con el Palacio de Victòria Eugènia.

Este nuevo impulso renovador confirma que Montjuïc no solo se distingue por su legado monumental, sino que se proyecta al futuro como espacio prominente de la innovación arquitectónica.

Texto: Pedro Capriata

BIBLIOGRAFÍA

Arquitectura Viva (2000). Jardín Botánico, Barcelona. AV Monografías, Nº 81 -82. España 2000 (p. 112-115).
https://arquitecturaviva.com/obras/jardin-botanico-barcelona-10

Arquitectura Viva (2025). Ganadores de los concursos para renovar la Fira de Barcelona.
https://arquitecturaviva.com/articles/ganadores-del-concurso-para-los-nuevos-palacios-de-fira-de-barcelona

Bjarke Ingels Group (2024). Fira Barcelona Business Hub.
https://big.dk/projects/fira-barcelona-business-hub-21008

Capriata, P. (2023). El Premio Pritzker: una mirada a los ganadores y su legado en Barcelona I. Guiding Architects Barcelona.
https://www.gabarcelona.com/es/blog/legado-ganadores-premio-pritzker-barcelona-i/

Cervelló M., Gausa M., Pla, M. (2013). BCN Barcelona: Guía de Arquitectura Moderna. Actar.

Centre Obert d’Arquitectura (s.f.). ArquitecturaCatalana.Cat.
https://www.arquitecturacatalana.cat/es

Cutrona, J., Fischer, A. R. (17 Mar 2025). El antes y el después de los tres pabellones de Montjuïc que reformará la Fira de Barcelona. El Periódico.
https://www.elperiodico.com/es/barcelona/20250317/antes-despues-pabellones-montjuic-fira-barcelona-115396127

Frampton, K. (1992). Modern Architecture. A Critical History. Thames and Hudson.

Franco, J. T. (2014). El legado arquitectónico de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. ArchDaily.
https://www.archdaily.cl/cl/02-360988/el-legado-arquitectonico-de-los-juegos-olimpicos-de-barcelona-1992

Martín Valbuena, C. (17 Mar 2025). El recinto ferial de Montjuïc se prepara para llenarse de verde y ser más abierto por su centenario. The New Barcelona Post.
https://www.thenewbarcelonapost.com/recinto-ferial-montjuic-se-prepara-para-llenarse-verde-y-ser-mas-abierto-por-su-centenario/

Suñe, R. (7 Jun 2025). La tercera reinvención de Montjuïc. La Vanguardia.
https://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20250607/10748818/tercera-reinvencion-montjuic.html

VV.AA. (1992). Barcelona olímpica. La ciudad renovada. Àmbit Serveis Editorials.

Published On: noviembre 17, 2025Categories: blog
The Semiotics of a City: Unpacking the Book ‘The Meaningful City, Reading Barcelona’s Urban Landscape’

Montjuïc: un epicentro arquitectónico de Barcelona en transformación

El histórico promontorio de Barcelona se reinventa con la modernización de la Fira, rumbo al centenario de la Exposición Internacional de 1929

Vista aérea de Plaça Espanya y Montjuïc, © Yelena Odintsova

La evolución de Montjuïc: de recurso estratégico a espacio cultural

La omnipresente colina de Montjuïc, contigua al centro de Barcelona, siempre ha jugado un papel importante en la historia y el desarrollo de la ciudad. Primero como cantera y punto de vigilancia, luego como plaza militar estratégica, con la construcción del castillo en el siglo XVII y eventualmente como sede del cementerio desde el siglo XIX.

Sin embargo, a partir de 1929, Montjuïc se convirtió en un emporio de actividad comercial y cultural, impulsado en primera instancia por la celebración de la Exposición Internacional de 1929 en Barcelona. Una sucesión de construcciones e intervenciones paisajísticas, entre las que destacan las implementadas para los Juegos Olímpicos de 1992, fueron añadiendo o consolidando actividades, como las deportivas o feriales. Montjuïc, el parque urbano más grande de la ciudad, se convirtió así en un referente para el ocio ciudadano y un foco de interés para los amantes de la arquitectura.

La metamorfosis del Montjuïc: la Exposición Internacional de 1929

Con motivo de la Exposición Internacional de 1929, la montaña de Montjuïc experimentó una profunda transformación paisajística y arquitectónica que la convirtió en uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad. A partir de un proyecto de Josep Puig i Cadafalch, se urbanizaron parcialmente las laderas de Montjuïc, se trazó la Avenida de la Reina María Cristina y se construyeron edificios destinados a diferentes actividades vinculadas con la exposición.

Museu Nacional d’Art de Catalunya, © Kristijan Arsov

Entre ellos destacó el Palau Nacional proyectado por Eugenio Cendoya y Enric Catà, obra monumental de estilo ecléctico concebida como sede principal del evento y que actualmente alberga el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC).

Contra todo pronóstico, el edificio más importante e influyente de la Exposición resultó ser uno que poco tenía que ver con los principios y la estética académica predominantes en el conjunto. El inusual Pabellón Alemán, pequeño y sin función aparente, que encarnaba sin embargo los ideales de la nueva arquitectura racionalista, fomentados por la República de Weimar y La Bauhaus. Diseñado por Mies van der Rohe y Lilly Reich, el pabellón plasmó conceptos como la planta libre, la transparencia o la composición asimétrica, posibilitados por el uso de sistemas constructivos revolucionarios.

El contraste entre esta obra emblemática del movimiento moderno y las demás construcciones del sector ancladas en la tradición simboliza la coexistencia de dos líneas de desarrollo arquitectónico divergentes y opuestas en la Europa de entreguerras.

Vista interior del Pabellón Alemán, © GA Barcelona

La consolidación de Montjuïc como emporio cultural

En 1934 se inauguró el Museu d’Art de Catalunya (hoy MNAC), el primer museo importante en situarse en Montjuïc, ocupando el edificio del Palau Nacional. Sin embargo, durante las décadas posteriores la montaña fue cambiando lentamente, con mejoras urbanas y paisajísticas puntuales, pero sin grandes transformaciones.

No sería hasta la década de 1970 en que Montjuïc vivió un nuevo impulso cultural con la inauguración de dos museos adicionales. El Museo Etnológico de Barcelona, obra de Bonaventura Bassegoda, Jesús López, Antoni Lozoya y Joan Puigdengolas, abrió sus puertas en 1973 en un interesante edificio de ladrillo y hormigón proyectado a partir de módulos hexagonales.

Poco después, en 1975, se inauguró la Fundación Joan Miró, que marcaría el retorno simbólico del arquitecto Josep Lluís Sert a Barcelona. El edificio encargado por el propio artista se posicionó de inmediato como obra maestra de una modernidad tardía que sintonizaba con los principios del Grup R y del Regionalismo Crítico. Además, su programa inusual, que rebasaba los alcances de un museo tradicional, contribuyó a dinamizar un sector cuya integración al conjunto de la ciudad seguía siendo parcial.

Explanada de la Anella Olímpica con la icónica Torre Calatrava, © Jordi Gamundi Domenech

La transformación olímpica de Montjuïc

Cuando Barcelona obtuvo el encargo para organizar los Juegos Olímpicos de 1992, se decidió que el centro neurálgico del evento se emplazaría en Montjuïc, aprovechando el estadio construido por Pere Domènech i Roura en 1929 con el fin de respaldar una candidatura a sede olímpica que no se concretó. La intervención urbanística del sector se encargó al estudio Correa i Milà y recibió el nombre de Anillo Olímpico.

Además de la reforma del Estadio Olímpico, respetando al máximo su diseño original, incluía la proyección de nuevos edificios destinados a convertirse en hitos de la ciudad. Entre ellos destacan la torre de comunicaciones de Santiago Calatrava, pero sobre todo el Palau Sant Jordi de Arata Isozaki, un recinto polideportivo techado que acabaría albergando una diversidad de eventos y conciertos en las décadas posteriores y que ya comentamos en nuestro blog previo “El Premio Pritzker: una mirada a los ganadores y su legado en Barcelona I”.

Los edificios del Anillo Olímpico se interconectaron mediante un acertado conjunto de plazas, calles y jardines. Paralelamente se llevó a cabo otra transformación, con menos repercusión urbanística pero igualmente notable. La reforma del Museo Nacional de Arte Catalán, encargada a la italiana Gae Aulenti e inaugurada en tres fases, entre 1995 y 2004.

Para mediados de los 90, Montjuïc se había convertido en un complejo deportivo y cultural, además de un lugar predilecto para los amantes de la buena arquitectura.

Caminos en zigzag en el Jardín Botánico de Barcelona, © Rodrigo Chaparreiro

El Jardín Botánico en Montjuïc: de parque natural a arquitectura paisajista

Con el rol cultural y recreativo de Montjuïc bastante consolidado, la montaña no ha vivido cambios dramáticos desde finales del siglo XX. Mejoras paisajísticas, ampliaciones o reformas de edificios existentes y poco más, con una excepción que merece un comentario aparte: el Jardín Botánico de Carlos Ferrater, Josep Lluís Canosa y Bet Figueras.

Desde 1941, Montjuïc había albergado un Jardín Botánico, aunque bastante más modesto que el actual. El nuevo proyecto que ocupa una superficie de 15 hectáreas, se inauguró en 1999 con una temática centrada en la flora del Mediterráneo y de regiones con climas similares. Formalmente se organizó superponiendo una trama de triángulos ligeramente irregulares a un terreno con fuertes pendientes. La trama delimita sectores con ecosistemas diferenciados y estructura los recorridos por el parque alternando caminos zigzagueantes y plazuelas.

En 2002 el equipo de Ferrater añadió un edificio dentro del recinto destinado al Institut Botànic de Barcelona y en 2008 completó una ampliación el parque. El resultado es una de las mejoras obras paisajísticas de la ciudad, en la que se implantan pabellones basados en los mismos materiales y geometría del conjunto.

Sus virtudes lo hicieron merecedor diversos galardones, como el Premio Ciutat de Barcelona (1999), el Premio FAD de Espacios Exteriores (2000) o ser finalista para el Premio Mies van der Rohe (2002).

L’Avantsala de la Fira de Bjarke Ingels Group y MIAS Arquitectura – visualización del futuro edificio, cortesía de los arquitectos

La Fira de Barcelona y la nueva puesta al día de Montjuïc

Durante toda esta evolución la Fira de Barcelona ha estado estrechamente vinculada a Montjuïc. Establecida formalmente en 1932, se ha encargado de organizar numerosos eventos y ferias a lo largo de las décadas, aprovechando en un inicio los pabellones construidos para la Exposición de 1929 y encargándose de reformarlos progresivamente. Seguramente los cambios más importantes fueron los realizados, con ocasión de los Juegos Olímpicos, en los que algunos recintos de la feria albergaron zonas de prensa o incluso competiciones.

Ahora, con miras al centenario de la Exposición Internacional que en buena medida dio origen a la institución, la Fira de Barcelona ha planteado la intervención más importante realizada hasta ahora en sus recintos de Montjuïc, impulsando tres grandes proyectos adjudicados a diferentes equipos de arquitectos mediante concursos.

2029 Artefacto de Smiljan Radic, Miguel Mariné Núñez, Beatriz Borque y César Rueda Bonet – visualización del futuro edificio, cortesía de los arquitectos

El Palau Multifuncional de Radic, Mariné, Borque y Rueda: 2029 Artefacto

Diseñado por un equipo formado por Smiljan Radic, Miquel Mariné, Beatriz Borque y César Rueda bajo la etiqueta “2029 Artefacto”, el nuevo Palau Multifuncional se ubicará en el emplazamiento del actual Palau de Congressos, apostando por la transparencia y la interconexión con el entorno. La fachada hacia la Av. de la Reina María Cristina presentará cierta monumentalidad, por su escala y por la gran escalinata que ocupará todo el frente del edificio. Sobre la escalinata se emplazará una estructura a modo de cercha que quedará visible y soportará el volumen, separándolo visualmente de la plataforma y otorgándole ligereza.

Uno de los elementos más distintivos del nuevo edificio será un llamativo puente ajardinado delante de la fachada principal, que hará funciones de porche y simbolizará la apuesta de los arquitectos por la naturalización y la sostenibilidad. Los 20.500 m² del proyecto albergarán, como su nombre lo indica, una gran diversidad de actividades gracias a un planteamiento de alta flexibilidad funcional.

Umbracle de Forgas Arquitectes, Archambac (Arquitectura Sideral) y Álvaro Alejandro Fernández – visualización interior del futuro edificio, cortesía de los arquitectos

El Nou Palau de Congressos de Forgas Arquitectes, Archambac y Fernández: Umbracle

El Nuevo Palacio de Congresos de Barcelona se ubicará en el actual Palau Alfons XIII, uno de los pabellones diseñados por Josep Puig i Cadafalch para la Exposición de 1929. El proyecto de Forgas Arquitectes, Archambac (Arquitectura Sideral) y Álvaro Fernández contempla revertir el hermetismo del volumen existente mediante un proceso de extrusión, resultando en nuevas aperturas hacia el exterior, como un prisma diáfano de un nivel que funcionará como nuevo ingreso principal.

Una estructura metálica renovada y más ligera contribuirá a la integración y flexibilidad de los espacios interiores, que incluirán un auditorio para más de 2000 asistentes y salones multifuncionales, organizados alrededor de un gran jardín interior que inspira el sobrenombre de umbráculo. Está previsto que el Nou Palau sea energéticamente autosuficiente, gracias a una combinación de sistemas fotovoltaicos, aerotérmicos y geotérmicos.

Umbracle de Forgas Arquitectes, Archambac (Arquitectura Sideral) y Álvaro Alejandro Fernández – visualización del futuro edificio, cortesía de los arquitectos

El Fira Barcelona Innovation Hub de Bjarke Ingels Group y MIAS Arquitectura: L’Avantsala de la Fira

La propuesta para transformar el Palau del Vestit, obra de Josep Maria Jujol y Andrés Calzada implicará una metamorfosis tan radical como las previstas para los demás edificios y estará a cargo de Bjarke Ingels Group y MIAS Arquitectura.

Partiendo de la premisa de una “antesala” al recinto ferial, se ha previsto renombrar el pabellón como Fira Barcelona Innovation Hub debido a las características del proyecto. El principal elemento histórico que se mantendrá es la columnata clásica que sigue la curvatura de la Plaça d’Espanya y pasará de ser una fachada a un peristilo. Por detrás se situará un volumen en forma de “Z” que se quiebra dos veces a 90 grados dejando un área verde triangular entre la columnata y la nueva estructura y otra adicional en la parte posterior del pabellón.

También coincide con las otras reformas previstas en sus premisas esenciales: flexibilidad, transparencia y sostenibilidad, con un énfasis especial en este caso en la innovación tecnológica y funcional. Estos componentes se manifiestan en la nueva fachada hacia la Gran Via en la que destacan los componentes metálicos, el cristal y la vegetación.

A pesar de su lenguaje claramente contemporáneo, el plano en zigzag de la fachada parece inspirarse en la arquitectura fabril clásica, y su volumetría rítmica entabla un acertado diálogo con la columnata de Jujol. El zigzag se repite en las cubiertas con tragaluces que garantizan la máxima iluminación natural de los espacios interiores.

L’Avantsala de la Fira de Bjarke Ingels Group y MIAS Arquitectura – visualización del futuro edificio, cortesía de los arquitectos

Montjuïc, 100 años como escenario de la creatividad arquitectónica

La colina de Montjuïc ha formado parte esencial de la historia de la ciudad y en los últimos cien años ha vivido numerosos cambios hasta convertirse en un foco cultural urbano. La Fira de Barcelona siempre ha estado vinculada a este legado y los nuevos proyectos pretenden reforzar aún más su papel, poniendo sus instalaciones al día con los requerimientos actuales de funcionalidad y sostenibilidad.

Al mismo tiempo, el Museu Nacional d’Art de Catalunya ha previsto un ambicioso proyecto de renovación que estará a cargo de Harquitectes y Christ & Gantenbein, el mismo equipo responsable de la ampliación del Museu d’Art Contemporani de Barcelona en el Raval. El proyecto del MNAC se orientará a mejorar los espacios expositivos y la accesibilidad, a la vez que refuerza la integración con el entorno y en especial con el Palacio de Victòria Eugènia.

Este nuevo impulso renovador confirma que Montjuïc no solo se distingue por su legado monumental, sino que se proyecta al futuro como espacio prominente de la innovación arquitectónica.

Texto: Pedro Capriata

BIBLIOGRAFÍA

Arquitectura Viva (2000). Jardín Botánico, Barcelona. AV Monografías, Nº 81 -82. España 2000 (p. 112-115).
https://arquitecturaviva.com/obras/jardin-botanico-barcelona-10

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https://arquitecturaviva.com/articles/ganadores-del-concurso-para-los-nuevos-palacios-de-fira-de-barcelona

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https://big.dk/projects/fira-barcelona-business-hub-21008

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https://www.gabarcelona.com/es/blog/legado-ganadores-premio-pritzker-barcelona-i/

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Centre Obert d’Arquitectura (s.f.). ArquitecturaCatalana.Cat.
https://www.arquitecturacatalana.cat/es

Cutrona, J., Fischer, A. R. (17 Mar 2025). El antes y el después de los tres pabellones de Montjuïc que reformará la Fira de Barcelona. El Periódico.
https://www.elperiodico.com/es/barcelona/20250317/antes-despues-pabellones-montjuic-fira-barcelona-115396127

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https://www.archdaily.cl/cl/02-360988/el-legado-arquitectonico-de-los-juegos-olimpicos-de-barcelona-1992

Martín Valbuena, C. (17 Mar 2025). El recinto ferial de Montjuïc se prepara para llenarse de verde y ser más abierto por su centenario. The New Barcelona Post.
https://www.thenewbarcelonapost.com/recinto-ferial-montjuic-se-prepara-para-llenarse-verde-y-ser-mas-abierto-por-su-centenario/

Suñe, R. (7 Jun 2025). La tercera reinvención de Montjuïc. La Vanguardia.
https://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20250607/10748818/tercera-reinvencion-montjuic.html

VV.AA. (1992). Barcelona olímpica. La ciudad renovada. Àmbit Serveis Editorials.

Published On: noviembre 17, 2025Categories: blog
The Semiotics of a City: Unpacking the Book ‘The Meaningful City, Reading Barcelona’s Urban Landscape’