La nueva vivienda social en Barcelona, referente en innovación y sostenibilidad

Jóvenes arquitectos catalanes reivindican el modelo de la vivienda colectiva y potencian su valor ambiental, social y económico

Futuras viviendas públicas Illa Glòries en Barcelona, © Ajuntament de Barcelona

La vivienda social, antes y ahora

Desde mediados del siglo XIX, la vivienda colectiva ha sido uno de los temas centrales del debate arquitectónico y social en Europa. El origen de esta tipología se remonta a las insulae romanas, bloques de pisos de varios niveles destinados los ciudadanos que no se podían permitir tener una casa. Esta fórmula cayó en el olvido durante siglos, pero resurgió con una fuerza inusitada con el advenimiento de la Revolución Industrial.

La migración masiva del campo a las ciudades provocó entonces una crisis de vivienda sin precedentes que afectaba a una población trabajadora, pero con condiciones laborales y económicas precarias. Cuando finalmente los políticos y arquitectos reconocieron la urgencia del problema, empezó el debate. ¿Cómo resolver esta necesidad? Con el tiempo fue quedando claro que esa pregunta se quedaba corta. Había que definir las necesidades con más precisión, ya que podían variar de un país a otro e incluso cambiar para una misma familia en el plazo de algunos años.

Modelos históricos: apartamentos comunales soviéticos y la Casa Bloc, paradigma de la vivienda obrera en Barcelona

En los inicios de la Unión Soviética, experimentos como las kommunalki, que obligaban a familias a compartir espacios comunes, fueron siempre problemáticos. Incluso propuestas más flexibles como la del Narkomfin de Moscú (1930), de Moisei Ginzburg funcionaron a medias, evidenciando que no valía cualquier solución.

Los logros del proyecto más emblemático de Barcelona, la Casa Bloc (1936) de Josep Lluís Sert, Josep Torres Clavé y Joan Baptista Subirana, también se vieron mermados, en este caso por decisiones políticas. Algunos edificios emblemáticos del siglo XX acabaron incluso siendo demolidos, o bien porque sus soluciones quedaron obsoletas al cabo de unos años o porque nunca fueron realmente adecuadas. Pocas tipologías arquitectónicas han tenido una historia tan accidentada como la vivienda social.

Vivienda asequible para todos: una nueva mirada sobre un problema persistente

Ahora, cien años después, es pertinente plantearnos la pregunta nuevamente. ¿Cuál debe ser, hoy en día, el alcance la vivienda social?

En Barcelona, circunstancias como la densidad urbana y la especulación inmobiliaria han expandido la necesidad de vivienda asequible más allá de la población vulnerable. Si hace cien años, por ejemplo, el público objetivo eran obreros con sueldos exiguos, y con frecuencia migrantes internos, ahora costaría definir un perfil mayoritario. Seguramente tendremos personas con problemas crónicos para conseguir o mantener un puesto de trabajo, jubilados sobreviviendo con sus pensiones, pero también jóvenes que no se pueden permitir un piso propio o ya ni siquiera alquilado a pesar de tener trabajo. La población migrante por ejemplo incluye ahora un porcentaje importante de extranjeros de proveniencias diversas.

Todos estos factores y muchos más implican un reto para los arquitectos. Diseñamos para conjuntos de personas con necesidades diferentes y cambiantes, con una variedad de costumbres, y con núcleos familiares que pueden variar desde una única persona hasta familias numerosas.

Nuevas promociones de vivienda social en Barcelona, © Laura Guerrero/barcelona.cat, bajo licencia CC BY-NC-ND 4.0

Viviendas temporales para colectivos especialmente vulnerables

Ante este desafío, Barcelona se sitúa nuevamente como un referente mediante una diversidad de propuestas que apuestan por el compromiso social, pero al mismo tiempo por la innovación conceptual y funcional de las soluciones arquitectónicas. En este panorama heterogéneo, encontraremos variantes relativamente nuevas de la tipología como los alojamientos temporales. Están concebidos para albergar a personas vulnerables en procesos de transición, un colectivo que puede incluir a refugiados o a personas sin hogar que acceden por primera vez a los sistemas de protección oficial. La temporalidad condiciona la creación de espacios especialmente reducidos y económicos, derivando en una versión actualizada del existenzminimum arquitectónico, formulado hace cien años en la República de Weimar.

Contenedores como viviendas provisionales: APROP Ciutat Vella de Straddle3, Eulia Arkitektura y Yaiza Terré

Para afrontar este reto, ha resurgido en los últimos años el recurso de construir a base de contenedores marítimos, una idea que se remonta a los años 70 y se ha implementado en otras ciudades de Europa, aunque con resultados dispares. Por ello es interesante observar las adaptaciones específicas que se han propuesto para esta singular modalidad de reciclaje en el contexto de Barcelona.

APROP Ciutat Vella, © Ajuntament de Barcelona, bajo licencia CC BY-NC-ND 2.0

El ejemplo más estimulante surge de hecho en un entorno sorprendente: el corazón del Barrio Gótico. El emplazamiento del primer proyecto de APROP (2020) no es casual, ya que el equipo de diseño conformado por Straddle3, Eulia Arkitektura y Yaiza Terré, apuesta por combatir frontalmente la gentrificación del centro histórico, aprovechando un solar de propiedad municipal. El aspecto más llamativo del proyecto es su envolvente de policarbonato y madera, que contribuye al acondicionamiento térmico de las viviendas y mejora sus cualidades espaciales. La doble fachada asegura también una mejor integración con el entorno mediante sutiles referencias al lenguaje arquitectónico tradicional, eludiendo de paso el estigma que suele acompañar a los contenedores.

Soluciones mixtas: edificio en la calle Tánger de Coll-Leclerc y Edificio Caracol de Estudio Herreros y MIM-A

Las viviendas temporales pueden también combinarse hábilmente con viviendas sociales de alquiler, como han planteado Jaime Coll y Judith Leclerc en su proyecto de la calle Tànger, en el Poblenou (2018). Este edificio se organiza alrededor de una brecha que parte la volumetría. Un conjunto de pasarelas y puentes dinamizan la calle interior que funciona a la vez como distribuidor y como extensión del espacio público. Las viviendas temporales se agrupan en un volumen que se identifica gracias al tratamiento diferenciado de su fachada, manteniendo la unidad del conjunto.

Edificio de viviendas mixto en la calle Tánger, © Curro Palacios/barcelona.cat, bajo licencia CC BY-NC-ND 4.0

Otra modalidad de gestión que se ha consolidado en los últimos años es la de incluir porcentajes de vivienda social en proyectos comerciales. Un ejemplo interesante de este modelo es el Edificio Caracol en Sant Boi de Llobregat (2019), obra del estudio Herreros en colaboración con MIM-A Arquitectes, y que alberga una diversidad de pisos destinados a un número de habitantes que varía entre dos y cinco. El volumen, aparentemente sencillo, compacto y sobrio en su expresión exterior, se va horadando de forma irregular, creando una sucesión de espacios comunes interconectados y adquiriendo una expresión más colorida y lúdica en el interior.

Proyectar en comunidad: cooperativa de vivienda La Borda de Lacol

Un modelo de gestión especialmente interesante es el cooperativo, impulsado entre otros por el colectivo Lacol. En su proyecto más emblemático, las viviendas cooperativas La Borda (2018) se busca una alternativa a las promociones privadas y a los pisos de protección oficial. En este caso se consigue mediante la propiedad colectiva que se beneficia de la cesión de uso de un solar municipal. La gestión es participativa desde el inicio del proyecto, obteniendo diseños de pisos personalizados y a la vez flexibles.

Cooperativa de vivienda La Borda, © GA Barcelona

El modelo formal y conceptual que toma La Borda es la corrala. Una especie de casa patio popular de múltiples niveles, común desde el siglo XVII en Castilla y Andalucía y cuyo origen podría estar en los caravasares andalusíes. Aunque no es una tipología arraigada en Cataluña, es interesante notar que guarda semejanzas con algunos edificios singulares de Barcelona, como por ejemplo el Hotel Peninsular del Raval (1875).

En cualquier caso, el equipo de Lacol reinterpreta el modelo creando un patio comunitario muy atractivo que fluye en todas las direcciones. La conexión visual entre los espacios de la planta baja, la primera y la quinta se enriquece con dobles alturas, cerramientos translúcidos corredizos y con unas fachadas interiores escalonadas, generadas en parte por el modelo flexible de configuración de los pisos. Es especialmente valiosa en este proyecto la apuesta sostenible, con una estructura de madera y sistemas de climatización pasiva entre los que destaca la cubierta tipo invernadero.

Cooperativa de vivienda La Borda, © GA Barcelona

Cuadrículas flexibles: 85 viviendas sociales en Cornellà de Llobregat de Peris + Toral Arquitectes

Entre las propuestas más estimulantes de la última década, encontramos las de Marta Peris y José Toral, para quienes la vivienda social ha sido una preocupación constante a lo largo de su trayectoria. El proyecto que más ha resonado de este equipo es el completado en 2021 en Cornellà de Llobregat, consistente en 85 viviendas sociales. La configuración del bloque, un prisma rectangular de cinco niveles con un patio oblongo al centro no parece a priori especialmente novedosa. Remite a los immeubles-villas de Le Corbusier (1922) y en cierta forma también a los centros de manzana del Eixample de Barcelona.

85 viviendas sociales en Cornellà de Llobregat, © GA Barcelona

Las razones de su repercusión son otras, empezando por estrategias constructivas que maximizan el uso eficiente de la madera, reduciendo la cantidad de material, además de los plazos de ejecución. Pero lo más singular del proyecto es la cuadrícula que organiza las plantas, uniformizando el tamaño de los ambientes y eliminando los espacios de circulación interiores, al considerar que restan área útil a las viviendas.

Las circulaciones exteriores también se minimizan, agrupándose en cuatro núcleos verticales en las esquinas del patio. Incluso lo que parecen ser pasillos rodeando el espacio común, son en realidad terrazas privadas. Un tercer factor que amerita mención es la flexibilidad funcional del diseño, algo que Peris y Toral ya habían desarrollado en proyectos anteriores y que en este caso también está ligado a la propuesta de modulación cuadricular. Finalmente, el edificio destaca también por el sensorial abanico de texturas de sus acabados.

85 viviendas sociales en Cornellà de Llobregat, © GA Barcelona

Barcelona: Vivienda social innovadora y sostenible para un desarrollo urbano con vocación de futuro

Todos los edificios mencionados como ejemplos de la nueva vivienda social tienen un factor común: su compromiso con una ciudad sostenible, tanto en el aspecto medioambiental como en el social. Un componente que hasta hace solo 20 años se podría haber considerado tangencial al momento de definir las prioridades de la tipología, ha devenido imprescindible para casi cualquier proyecto arquitectónico.

Así, veremos que la mayoría de las propuestas destacadas de vivienda social en Barcelona, apuestan por reducir la huella de carbono. Primero, durante el proceso constructivo, empleando materiales de proximidad y recortando los plazos de ejecución. En el mediano y largo plazo, el objetivo es reducir tanto el consumo como la dependencia energética de las viviendas mediante estrategias avanzadas de climatización. Por otro lado, con el objetivo de ampliar el alcance social, se están ejecutado proyectos de una escala no vista hasta ahora, como la Manzana Glòries, que contará nada menos que con 238 viviendas.

Futuras viviendas públicas Illa Glòries, © Ajuntament de Barcelona

Como podemos ver, la vivienda social del siglo XXI presenta entonces cantidad, calidad y variedad de propuestas en Barcelona, manteniendo unas directrices comunes que garantizan la sostenibilidad y alimentan nuestra fe en el futuro de la ciudad y de su arquitectura.

Texto: Pedro Capriata

BIBLIOGRAFÍA

A+T Architecture Publishers (2022). a+t 56: Generosity. Housing Design Strategies –The Indeterminacy of the Floor Plan.

Ajuntament de Barcelona (2022). Empiezan las obras de la manzana Glòries, la promoción de vivienda pública más grande de la ciudad.
https://www.habitatge.barcelona/es/noticia/empiezan-las-obras-de-isla-glories-la-promocion-de-vivienda-publica-mayor-de-la-ciudad_1148591

Arquitectura Viva (2019). Vivienda y alojamientos temporales, Barcelona. AV Monografías, Nº 213 -214. España 2019.
https://arquitecturaviva.com/obras/vivienda-y-alojamientos-temporales-en-barcelona

Arquitectura Viva (2021). Cooperativa de vivienda La Borda, Barcelona. AV Monografías, Nº 233 -234. España 2021.
https://arquitecturaviva.com/obras/lacol-arquitectura-cooperativa-la-borda-28-en-barcelona-zs6o2

Arquitectura Viva (2021). Edificio Caracol, Sant Boi de Llobregat. AV Monografías, Nº233 -234. España 2021.
https://arquitecturaviva.com/obras/edificio-de-viviendas-en-sant-boi-de-llobregat

Broto, C. (2014). Social Housing. Architecture and Design. UNKNO.

Burgen S. (2019). Sardine tins for the poor?: Barcelona’s shipping container homes. The Guardian. https://www.theguardian.com/cities/2019/sep/06/sardine-tins-for-the-poor-barcelonas-shipping-container-homes

Figuerola C., Bilbao I. (2023). Gestar-habitar: Estratègies per a l’habitatge social a Barcelona. Ajuntament de Barcelona.

Forner, G. (2022). Barcelona construye más vivienda pública que la Generalitat y la Comunidad de Madrid juntas. El Salto.
https://www.elsaltodiario.com/barcelona/construye-mas-vivienda-publica-madrid-generalitat-juntas

Frampton, K. (1992). Modern Architecture. A Critical History. Thames and Hudson.

Novo Muñoz, L. (2020) APROP, una interesante iniciativa de vivienda social temporal en Barcelona. Diariodesign.
https://diariodesign.com/2020/10/aprop-una-interesante-iniciativa-de-vivienda-social-temporal-en-barcelona/

Peris+Toral Arquitectes (s.f.). Modos de habitar.
https://peristoral.com/proyectos/modos-de-habitar

Vicente, S. (2022). Barcelona acuerda un crédito público de 140 millones para que fundaciones y cooperativas construyan vivienda social. elDiario.es
https://www.eldiario.es/catalunya/barcelona-acuerda-ico-icf-credito-140-millones-fundaciones-cooperativas-construyan-vivienda-publica_1_9207041.html

Published On: junio 5, 2023Categories: blog
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Futuras viviendas públicas Illa Glòries en Barcelona, © Ajuntament de Barcelona

La vivienda social, antes y ahora

Desde mediados del siglo XIX, la vivienda colectiva ha sido uno de los temas centrales del debate arquitectónico y social en Europa. El origen de esta tipología se remonta a las insulae romanas, bloques de pisos de varios niveles destinados los ciudadanos que no se podían permitir tener una casa. Esta fórmula cayó en el olvido durante siglos, pero resurgió con una fuerza inusitada con el advenimiento de la Revolución Industrial.

La migración masiva del campo a las ciudades provocó entonces una crisis de vivienda sin precedentes que afectaba a una población trabajadora, pero con condiciones laborales y económicas precarias. Cuando finalmente los políticos y arquitectos reconocieron la urgencia del problema, empezó el debate. ¿Cómo resolver esta necesidad? Con el tiempo fue quedando claro que esa pregunta se quedaba corta. Había que definir las necesidades con más precisión, ya que podían variar de un país a otro e incluso cambiar para una misma familia en el plazo de algunos años.

Modelos históricos: apartamentos comunales soviéticos y la Casa Bloc, paradigma de la vivienda obrera en Barcelona

En los inicios de la Unión Soviética, experimentos como las kommunalki, que obligaban a familias a compartir espacios comunes, fueron siempre problemáticos. Incluso propuestas más flexibles como la del Narkomfin de Moscú (1930), de Moisei Ginzburg funcionaron a medias, evidenciando que no valía cualquier solución.

Los logros del proyecto más emblemático de Barcelona, la Casa Bloc (1936) de Josep Lluís Sert, Josep Torres Clavé y Joan Baptista Subirana, también se vieron mermados, en este caso por decisiones políticas. Algunos edificios emblemáticos del siglo XX acabaron incluso siendo demolidos, o bien porque sus soluciones quedaron obsoletas al cabo de unos años o porque nunca fueron realmente adecuadas. Pocas tipologías arquitectónicas han tenido una historia tan accidentada como la vivienda social.

Vivienda asequible para todos: una nueva mirada sobre un problema persistente

Ahora, cien años después, es pertinente plantearnos la pregunta nuevamente. ¿Cuál debe ser, hoy en día, el alcance la vivienda social?

En Barcelona, circunstancias como la densidad urbana y la especulación inmobiliaria han expandido la necesidad de vivienda asequible más allá de la población vulnerable. Si hace cien años, por ejemplo, el público objetivo eran obreros con sueldos exiguos, y con frecuencia migrantes internos, ahora costaría definir un perfil mayoritario. Seguramente tendremos personas con problemas crónicos para conseguir o mantener un puesto de trabajo, jubilados sobreviviendo con sus pensiones, pero también jóvenes que no se pueden permitir un piso propio o ya ni siquiera alquilado a pesar de tener trabajo. La población migrante por ejemplo incluye ahora un porcentaje importante de extranjeros de proveniencias diversas.

Todos estos factores y muchos más implican un reto para los arquitectos. Diseñamos para conjuntos de personas con necesidades diferentes y cambiantes, con una variedad de costumbres, y con núcleos familiares que pueden variar desde una única persona hasta familias numerosas.

Nuevas promociones de vivienda social en Barcelona, © Laura Guerrero/barcelona.cat, bajo licencia CC BY-NC-ND 4.0

Viviendas temporales para colectivos especialmente vulnerables

Ante este desafío, Barcelona se sitúa nuevamente como un referente mediante una diversidad de propuestas que apuestan por el compromiso social, pero al mismo tiempo por la innovación conceptual y funcional de las soluciones arquitectónicas. En este panorama heterogéneo, encontraremos variantes relativamente nuevas de la tipología como los alojamientos temporales. Están concebidos para albergar a personas vulnerables en procesos de transición, un colectivo que puede incluir a refugiados o a personas sin hogar que acceden por primera vez a los sistemas de protección oficial. La temporalidad condiciona la creación de espacios especialmente reducidos y económicos, derivando en una versión actualizada del existenzminimum arquitectónico, formulado hace cien años en la República de Weimar.

Contenedores como viviendas provisionales: APROP Ciutat Vella de Straddle3, Eulia Arkitektura y Yaiza Terré

Para afrontar este reto, ha resurgido en los últimos años el recurso de construir a base de contenedores marítimos, una idea que se remonta a los años 70 y se ha implementado en otras ciudades de Europa, aunque con resultados dispares. Por ello es interesante observar las adaptaciones específicas que se han propuesto para esta singular modalidad de reciclaje en el contexto de Barcelona.

APROP Ciutat Vella, © Ajuntament de Barcelona, bajo licencia CC BY-NC-ND 2.0

El ejemplo más estimulante surge de hecho en un entorno sorprendente: el corazón del Barrio Gótico. El emplazamiento del primer proyecto de APROP (2020) no es casual, ya que el equipo de diseño conformado por Straddle3, Eulia Arkitektura y Yaiza Terré, apuesta por combatir frontalmente la gentrificación del centro histórico, aprovechando un solar de propiedad municipal. El aspecto más llamativo del proyecto es su envolvente de policarbonato y madera, que contribuye al acondicionamiento térmico de las viviendas y mejora sus cualidades espaciales. La doble fachada asegura también una mejor integración con el entorno mediante sutiles referencias al lenguaje arquitectónico tradicional, eludiendo de paso el estigma que suele acompañar a los contenedores.

Soluciones mixtas: edificio en la calle Tánger de Coll-Leclerc y Edificio Caracol de Estudio Herreros y MIM-A

Las viviendas temporales pueden también combinarse hábilmente con viviendas sociales de alquiler, como han planteado Jaime Coll y Judith Leclerc en su proyecto de la calle Tànger, en el Poblenou (2018). Este edificio se organiza alrededor de una brecha que parte la volumetría. Un conjunto de pasarelas y puentes dinamizan la calle interior que funciona a la vez como distribuidor y como extensión del espacio público. Las viviendas temporales se agrupan en un volumen que se identifica gracias al tratamiento diferenciado de su fachada, manteniendo la unidad del conjunto.

Edificio de viviendas mixto en la calle Tánger, © Curro Palacios/barcelona.cat, bajo licencia CC BY-NC-ND 4.0

Otra modalidad de gestión que se ha consolidado en los últimos años es la de incluir porcentajes de vivienda social en proyectos comerciales. Un ejemplo interesante de este modelo es el Edificio Caracol en Sant Boi de Llobregat (2019), obra del estudio Herreros en colaboración con MIM-A Arquitectes, y que alberga una diversidad de pisos destinados a un número de habitantes que varía entre dos y cinco. El volumen, aparentemente sencillo, compacto y sobrio en su expresión exterior, se va horadando de forma irregular, creando una sucesión de espacios comunes interconectados y adquiriendo una expresión más colorida y lúdica en el interior.

Proyectar en comunidad: cooperativa de vivienda La Borda de Lacol

Un modelo de gestión especialmente interesante es el cooperativo, impulsado entre otros por el colectivo Lacol. En su proyecto más emblemático, las viviendas cooperativas La Borda (2018) se busca una alternativa a las promociones privadas y a los pisos de protección oficial. En este caso se consigue mediante la propiedad colectiva que se beneficia de la cesión de uso de un solar municipal. La gestión es participativa desde el inicio del proyecto, obteniendo diseños de pisos personalizados y a la vez flexibles.

Cooperativa de vivienda La Borda, © GA Barcelona

El modelo formal y conceptual que toma La Borda es la corrala. Una especie de casa patio popular de múltiples niveles, común desde el siglo XVII en Castilla y Andalucía y cuyo origen podría estar en los caravasares andalusíes. Aunque no es una tipología arraigada en Cataluña, es interesante notar que guarda semejanzas con algunos edificios singulares de Barcelona, como por ejemplo el Hotel Peninsular del Raval (1875).

En cualquier caso, el equipo de Lacol reinterpreta el modelo creando un patio comunitario muy atractivo que fluye en todas las direcciones. La conexión visual entre los espacios de la planta baja, la primera y la quinta se enriquece con dobles alturas, cerramientos translúcidos corredizos y con unas fachadas interiores escalonadas, generadas en parte por el modelo flexible de configuración de los pisos. Es especialmente valiosa en este proyecto la apuesta sostenible, con una estructura de madera y sistemas de climatización pasiva entre los que destaca la cubierta tipo invernadero.

Cooperativa de vivienda La Borda, © GA Barcelona

Cuadrículas flexibles: 85 viviendas sociales en Cornellà de Llobregat de Peris + Toral Arquitectes

Entre las propuestas más estimulantes de la última década, encontramos las de Marta Peris y José Toral, para quienes la vivienda social ha sido una preocupación constante a lo largo de su trayectoria. El proyecto que más ha resonado de este equipo es el completado en 2021 en Cornellà de Llobregat, consistente en 85 viviendas sociales. La configuración del bloque, un prisma rectangular de cinco niveles con un patio oblongo al centro no parece a priori especialmente novedosa. Remite a los immeubles-villas de Le Corbusier (1922) y en cierta forma también a los centros de manzana del Eixample de Barcelona.

85 viviendas sociales en Cornellà de Llobregat, © GA Barcelona

Las razones de su repercusión son otras, empezando por estrategias constructivas que maximizan el uso eficiente de la madera, reduciendo la cantidad de material, además de los plazos de ejecución. Pero lo más singular del proyecto es la cuadrícula que organiza las plantas, uniformizando el tamaño de los ambientes y eliminando los espacios de circulación interiores, al considerar que restan área útil a las viviendas.

Las circulaciones exteriores también se minimizan, agrupándose en cuatro núcleos verticales en las esquinas del patio. Incluso lo que parecen ser pasillos rodeando el espacio común, son en realidad terrazas privadas. Un tercer factor que amerita mención es la flexibilidad funcional del diseño, algo que Peris y Toral ya habían desarrollado en proyectos anteriores y que en este caso también está ligado a la propuesta de modulación cuadricular. Finalmente, el edificio destaca también por el sensorial abanico de texturas de sus acabados.

85 viviendas sociales en Cornellà de Llobregat, © GA Barcelona

Barcelona: Vivienda social innovadora y sostenible para un desarrollo urbano con vocación de futuro

Todos los edificios mencionados como ejemplos de la nueva vivienda social tienen un factor común: su compromiso con una ciudad sostenible, tanto en el aspecto medioambiental como en el social. Un componente que hasta hace solo 20 años se podría haber considerado tangencial al momento de definir las prioridades de la tipología, ha devenido imprescindible para casi cualquier proyecto arquitectónico.

Así, veremos que la mayoría de las propuestas destacadas de vivienda social en Barcelona, apuestan por reducir la huella de carbono. Primero, durante el proceso constructivo, empleando materiales de proximidad y recortando los plazos de ejecución. En el mediano y largo plazo, el objetivo es reducir tanto el consumo como la dependencia energética de las viviendas mediante estrategias avanzadas de climatización. Por otro lado, con el objetivo de ampliar el alcance social, se están ejecutado proyectos de una escala no vista hasta ahora, como la Manzana Glòries, que contará nada menos que con 238 viviendas.

Futuras viviendas públicas Illa Glòries, © Ajuntament de Barcelona

Como podemos ver, la vivienda social del siglo XXI presenta entonces cantidad, calidad y variedad de propuestas en Barcelona, manteniendo unas directrices comunes que garantizan la sostenibilidad y alimentan nuestra fe en el futuro de la ciudad y de su arquitectura.

Texto: Pedro Capriata

BIBLIOGRAFÍA

A+T Architecture Publishers (2022). a+t 56: Generosity. Housing Design Strategies –The Indeterminacy of the Floor Plan.

Ajuntament de Barcelona (2022). Empiezan las obras de la manzana Glòries, la promoción de vivienda pública más grande de la ciudad.
https://www.habitatge.barcelona/es/noticia/empiezan-las-obras-de-isla-glories-la-promocion-de-vivienda-publica-mayor-de-la-ciudad_1148591

Arquitectura Viva (2019). Vivienda y alojamientos temporales, Barcelona. AV Monografías, Nº 213 -214. España 2019.
https://arquitecturaviva.com/obras/vivienda-y-alojamientos-temporales-en-barcelona

Arquitectura Viva (2021). Cooperativa de vivienda La Borda, Barcelona. AV Monografías, Nº 233 -234. España 2021.
https://arquitecturaviva.com/obras/lacol-arquitectura-cooperativa-la-borda-28-en-barcelona-zs6o2

Arquitectura Viva (2021). Edificio Caracol, Sant Boi de Llobregat. AV Monografías, Nº233 -234. España 2021.
https://arquitecturaviva.com/obras/edificio-de-viviendas-en-sant-boi-de-llobregat

Broto, C. (2014). Social Housing. Architecture and Design. UNKNO.

Burgen S. (2019). Sardine tins for the poor?: Barcelona’s shipping container homes. The Guardian. https://www.theguardian.com/cities/2019/sep/06/sardine-tins-for-the-poor-barcelonas-shipping-container-homes

Figuerola C., Bilbao I. (2023). Gestar-habitar: Estratègies per a l’habitatge social a Barcelona. Ajuntament de Barcelona.

Forner, G. (2022). Barcelona construye más vivienda pública que la Generalitat y la Comunidad de Madrid juntas. El Salto.
https://www.elsaltodiario.com/barcelona/construye-mas-vivienda-publica-madrid-generalitat-juntas

Frampton, K. (1992). Modern Architecture. A Critical History. Thames and Hudson.

Novo Muñoz, L. (2020) APROP, una interesante iniciativa de vivienda social temporal en Barcelona. Diariodesign.
https://diariodesign.com/2020/10/aprop-una-interesante-iniciativa-de-vivienda-social-temporal-en-barcelona/

Peris+Toral Arquitectes (s.f.). Modos de habitar.
https://peristoral.com/proyectos/modos-de-habitar

Vicente, S. (2022). Barcelona acuerda un crédito público de 140 millones para que fundaciones y cooperativas construyan vivienda social. elDiario.es
https://www.eldiario.es/catalunya/barcelona-acuerda-ico-icf-credito-140-millones-fundaciones-cooperativas-construyan-vivienda-publica_1_9207041.html

Published On: junio 5, 2023Categories: blog
Las Supermanzanas y los ejes verdes de Barcelona, un modelo de ciudad más sostenible
El Premio Pritzker: una mirada a los ganadores y su legado en Barcelona I